jueves, 8 de diciembre de 2016

La psicopatía y su relación con la criminalidad. Análisis de la entrevista de E.Punset a R.Hare.
Por: Criado Rubio, David.
                          Robert Hare en la entrevista con E.Punset.
 Índice

  1. 1.    ¿Qué tipo de trastorno es la psicopatía?
  1. 2.    ¿Por qué? 
  1. 3.    ¿Existe relación entre “Psicopatía” y “Violencia”?... Son sinónimos los términos “Psicopatía” y “Criminalidad”.
  1. 4.    Intente determinar y explicar esas diferencias y, en su caso, relaciones, justificando su opinión.


  1. 1.    ¿Qué tipo de trastorno es la psicopatía?

      El término psicopatía proviene de las palabras “psique” (mental) y “pathos” (enfermedad) lo que, en ocasiones, produce una gran confusión, ya que no se trata de una enfermedad sino de un “síndrome” o conjunto de rasgos de personalidad y conductas socialmente desviadas, encuadradas comúnmente en el marco de un trastorno antisocial de la personalidad (según el DMSI IV), o en su denominación estadounidense “sociopatía”. No hay un trastorno específico llamado “psicopatía”, sino que ésta se cataloga en el seno de otro tipo de trastornos cuyas características son significativamente similares a lo que denominamos psicópata.

  1. 2.    ¿Por qué? 

      El Psicópata, posee una personalidad, que sin llegar a ser una enfermedad mental, es anormal. Habitualmente se relaciona por sus similitudes con un trastorno antisocial de la personalidad, ya que no existe una definición concreta en ningún manual de diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. Dentro de esta categorización, podemos encontrar grados diferentes de manifestación, desde “el criminal”, hasta una persona aparentemente bien integrada en el entorno social en el que se encuentra, trabajadora, estudiosa, con familia… para dar la sensación de normalidad, lo que los hace potencialmente peligrosos ya que no hay señales externas que alerten, delaten o permitan una actitud defensiva por parte de sus víctimas, que suelen ser las personas más cercanas a ellos y, las que sufren las consecuencias de su falta de empatía.

      Por el contrario, pueden mostrarse como personas encantadoras y fascinantes, según el papel que esté jugando en ese momento su mente fría y calculadora, pudiendo y en ocasiones logrando convencer a los demás de que son de otra manera. Es decir, se enmascaran, juegan contigo llegando a divertirles el hecho de saber que te están engañando,  incluso pueden lograr hacerte sentir culpable de sucesos en los que no tienes nada que ver sin mostrar ninguna debilidad, siendo firmes y autoritarios.

  1. 3.    ¿Existe relación entre “Psicopatía” y “Violencia”?... Son sinónimos los términos “Psicopatía” y “Criminalidad”.

      Observando las opiniones de Robert Hare en la entrevista elaborada por  Eduardo Punset, podemos deducir de sus investigaciones sobre la incidencia de la psicopatía en las cárceles de todo el mundo, que si existe cierta relación entre psicopatía y criminalidad. Este autor de la escala de psicopatía denominada PCL-R, nos comenta que el 15% de los presos padecen este trastorno de personalidad, lo que nos lleva a deducir que la psicopatía es un factor potencialmente criminógeno.

      Estos individuos a los que hace referencia Hare, que viven y se relacionan con nosotros son capaces de entender las normas sociales y en muchas ocasiones respetan la ley, hasta que sus intereses se ven limitados por la misma y, es en ese momento, en el que la transgreden para lograr sus objetivos, aunque más que infligirla, la estudian meticulosamente para hallar recovecos en la misma por donde escabullirse en caso de ser descubiertos.

      No se puede decir que sean sinónimos psicopatía y criminalidad ya que el 1% de la población padecen ciertos rasgos que los definen como psicópatas, pero si es cierto que el ambiente en el que se desarrolla uno de estos “depredadores” también posee gran relevancia. Como se menciona en la entrevista, un ambiente criminógeno favorece la adquisición de la violencia como medio “normal” para la consecución de sus fines en personalidades psicopáticas por mucha incidencia que tengan los genes en este aspecto.

      Una persona con características de este estilo produce un gran impacto en la sociedad ya que su obsesión por el control y el poder y, en muchas ocasiones, su gran inteligencia y frialdad, los coloca en puestos de autoridad de los que dependen gran cantidad de personas. No es extraño encontrar una mente psicopática en un alto cargo público, en la política o dirigiendo grandes empresas, como ya menciona el autor del PCL-R.

      El problema erradica en la frustración de los objetivos de un psicópata. Si éstos no logar lo que quieren, pueden llegar a utilizar la intimidación e incluso la violencia. Al no ser capaces de ponerse en el lugar (emocional) de otra persona, pero sabiendo que tu si posees esa característica emocional de la que el carece, emplea los medios necesarios para que todo vaya a su favor sin pararse a pensar en el sufrimiento que están causando a su alrededor. Además, la impulsividad los lleva a arriesgarse hasta el límite y, si son descubiertos, no dudan en mentir (y lo hacen muy bien).

      Es cierto que la carencia de empatía los hace personas egocéntricas y, en muchas ocasiones narcisistas, pero solo en los casos más fácilmente detectables. Esta carencia y a sabiendas de las pautas normales de comportamiento, lleva a muchos de ellos a mantener relaciones socialmente “afectivas” para parecer normales, aunque no estén de acuerdo con las pautas normales de comportamiento socialmente aceptadas, por lo que la persona que entabla una relación sentimental con un psicópata, en gran parte de las ocasiones acabara siendo víctima. Éste destruirá el ego y humillara a su pareja sin importarle lo más mínimo lo que le pueda suceder. Hay gran relación también entre psicopatía y violencia en la pareja, llegando incluso a la violencia física cuando no se hace lo que se les antoja, sobre todo en el caso del género masculino. Cuando en una relación de pareja es la mujer la que tiene características de personalidad psicopática (aunque hay pocos estudios sobre la mujer psicópata), quizá no llegan a emplear la violencia, pero si se da el caso de mujeres que hunden económica y sentimentalmente a sus parejas y, cuando ya no queda nada de valor, se marchan “sin decir adiós”.

      Quizá es por esa razón por la que en las cárceles nos encontramos un 15% de presos masculinos con estas características y no se produce ni hay tantos estudios en mujeres, ya que al ser físicamente más vulnerables, emplean otras estrategias para lograr sus objetivos y no tanto la violencia como es el caso de los hombres, aunque también puede que tengan algo que ver los niveles hormonales y la impulsividad en este aspecto.

  1. 4.    Intente determinar y explicar esas diferencias y, en su caso, relaciones, justificando su opinión.

      Existen ciertas diferencias entre psicopatía-violencia y psicopatía-criminalidad. Como ya he mencionado anteriormente y, como expone Robert Hare en la entrevista con Punset, no necesariamente se relaciona el término psicopatía con el de violencia o criminalidad. Sí es cierto que es un factor que potencia estos comportamientos antisociales como la impulsividad, la falta de control de su conducta, la necesidad de excitación o la falta de responsabilidad y que hay un gran porcentaje de psicópatas en las cárceles de todo el mundo que nos conducen inconscientemente a relacionar éstos términos, pero también es cierto que el otro 85% de los presidiarios, no tienen estas características de personalidad, lo que me da a entender que siendo tan alto en porcentaje de psicópatas que conviven con nosotros (1% de la población), observo que sí puede ser un factor determinante para la criminalidad, pero no todos los psicópatas necesariamente tienen porqué ser violentos o criminales. De hecho, tal como dice Hare, es posible que vivamos con alguien con estas características y, muchos de ellos están en las más altas esferas del poder político, militar… etc. También cabe destacar que no necesariamente por carecer de empatía deban incumplir las normas impuestas por las sociedad por poco que las comprendan, ya que a éstas personas también les gusta la libertad y, conocen claramente lo que ocurre al ser descubiertos transgrediendo las normas.

      En mi opinión, creo que la psicopatía al igual que cualquier otro trastorno de la personalidad con características similares como la impulsividad o el egocentrismo, son factores criminógenos, pero no creo que necesariamente el hecho de ser psicópata tenga algo que ver necesariamente con la delincuencia o la utilización de la violencia para la consecución de sus fines. Quizá se esté estigmatizando a personas con ciertas características psicológicas promoviendo su aislamiento y supervisión ya que los estudios más novedosos con respecto a esta materia catalogan a estos sujetos y les colocan una etiqueta de “peligro” antes que fomentar los estudios para su tratamiento y reeducación por muy improbable o “imposible” que sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario